Como elegir un curso de Reiki
Elegir el Maestro de Reiki.
Linaje:
La habilidad de enseñar Reiki es algo que se transmite de Maestro a Maestro. Es la única manera de aprenderlo. Cuando te informes, pregunta sobre el linaje del Maestro que te va a iniciar en la práctica de Reiki. Deberá poder mostrarte un linaje directo hasta Usui, quien descubrió Reiki.
Sigue tu intuición:
Si es posible, intenta conocer al Maestro, aunque sea por teléfono. ¿Que impresión te da? En pocas palabras, ¿Te cae bien y es alguien con quien te apetece aprender?
Acreditación:
Reiki sólo puede ser transmitido por un Maestro completo, y no por alguien de un nivel inferior. Averigüa si el Maestro posee un diploma acreditado de otro Maestro, si es posible de un organismo reconocido como la Federación Española de Reiki.
Experiencia:
Para llegar a Maestro, en condiciones normales se requiere un mínimo de dos años. Los cambios personales en nuestras vidas son considerables y se necesita un tiempo mínimo para asimilarlos. ¿Cuantos años lleva practicando Reiki? ¿Desde cuando ejerce como Maestro? Dos preguntas importantes para hacer. Una opinión personal: Para mi, practicar Reiki significa ser feliz y estar en paz con el mundo. Es de suponer que un Maestro ha “trabajado duro” y sigue haciéndolo para ser una persona feliz. Cuando yo elegí a mi Maestra, mi pregunta fue ¿Esta persona es feliz haciendo lo que hace?
Elegir el Curso.
El precio:
El baremo habitual para Reiki I a nivel internacional es alrededor de 120 euros. Si es mucho más caro, pregúntate porqué. Si es mucho más barato, también pregúntate porqué.
La didáctica:
Averigua cuántas horas hay de didáctica. Aunque Reiki es algo que se transmite de Maestro a alumno, es importante poder hacer preguntas, aprender casos específicos para su uso, las posiciones de las manos en los tratamientos etc. NO es suficiente simplemente con la entrega de un manual, puesto que siempre surgen dudas y hay muchos aspectos de sanar que no se pueden incluir en un manual por cuestiones de espacio. Si es posible, pide un horario donde se detalla exactamente lo que se hará.
Quién lo imparte:
¿Es el mismo Maestro quien imparte el curso, o uno de sus alumnos? Considero que el Maestro debe estar presente para ayudar al alumno durante la mayor parte del curso. Además, asegúrate que es el mismo Maestro que se anuncia el que va a iniciarte. De ese modo te evitas la sorpresa de que cuando llega el momento de la iniciación, aparece otra persona para hacerlo.
El manual:
Exige un manual completo, incluyendo las posiciones de las manos tanto en un auto-tratamiento como en un tratamiento a otra persona. Debería incluir información sobre la historia de Reiki, el Dr. Usui, los chakras etc.
Las prácticas:
Debe haber una parte reservado a practicar tu nueva habilidad de dar Reiki. Esto se suele hacer mediante “intercambios” entre los alumnos, siempre supervisado por Maestros con experiencia.
Tiempo entre los Niveles:
Generalmente es aconsejable esperar un tiempo entre cada nivel para aprovechar los cambios positivos que ocasionan cada iniciación. Aunque varía mucho de Maestro a Maestro, los fundadores de la Federación recomiendan:
– 3 meses entre el primero y el segundo nivel.
– 6 meses entre el segundo y el tercero y
– Un año entre el tercero y Maestría, más 6 meses de prácticas de Maestría.
Hacer varios niveles juntos:
La experiencia nos ha enseñado que es una perdida de tiempo y de dinero del alumno hacer varios niveles a la vez. El proceso de aprendizaje y asimilación de Reiki implica un cambio paulatino en nuestra estructura energética (por esta razón, Reiki está estructurado por niveles). Hacer dos niveles juntos, por ejemplo, anula este cambio progresivo y por lo cuál es una práctica desaconsejada.
¿Y después?
Contacto con tu Maestro:
Asegúrate que tu Maestro muestra una disponibilidad para responder a tus preguntas una vez concluida la iniciación. Yo siempre digo que “un curso de Reiki empieza el día que termina”. Nuestra capacidad para canalizar Reiki es como un músculo, que para que crezca se debe usar. Si no tienes alguien que te aconseje y te guíe durante tus prácticas, te sentirás desanimado y perderás la confianza rápidamente.
Seguir practicando:
Siguiendo el ejemplo que menciono arriba, después de un curso debería haber una manera de reunirte con tus compañeros para intercambiar prácticas.
Compartir experiencias:
Si haces el curso en un centro, debería haber una manera de conocer otros alumnos mediante un tablón de anuncios, meditaciones, intercambios etc.
El Diploma:
El centro o el Maestro debería ofrecer un Diploma, si es posible emitido por un organismo reconocido, como la Federación Española de Reiki.
Continuidad:
Aunque no es para nada esencial seguir con el mismo Maestro durante todos los niveles, si deseas hacerlo, deberías averiguar si el Maestro reside de forma permanente en tu localidad y si tiene intención de apoyarte a lo largo de tu “carrera” en Reiki.