MULADHARA
EL PODER DE LA TRIBU
El nombre en sánscrito es Muladhara que significa Raíz. Guarda relación con el elemento Tierra.
Tiene que ver con la “tribu”, con lo básico, con la parte baja de la columna, con la raíz, con el soporte del cuerpo físico (huesos), piel, sangre, sistema inmunológico.
A nivel de órganos físicos – huesos (debilitamiento del primer chakra puede dar lugar a osteoporosis) Se vincula a todas las partes sólidas del organismo, también al intestino grueso (por el que transita sustancia sólida) y la masa muscular del cuerpo en su conjunto.
Tiene que ver con la seguridad, con el sentimiento de estar a salvo y de ser amado.
El primer chakra es la base de todos los miedos y el primer miedo es el abandono, el no ser amado.
El primer chakra nos asegura las necesidades básicas de todo ser humano como es: comida, dinero, lugar donde habitar y estar protegidos y tener la pertenencia a un grupo (asociaciones, equipos de futbol, familia – tribu – pueblo), estar en un grupo nos fortalece el primer chakra.
El amor que uno tiene a su pueblo aunque no haya vivido nunca ahí, tiene que ver con ese sentimiento de pertenencia.
Los conflictos del primer chakra tienen que ver con los miedos básicos, no tener que comer, no tener casa (que me desahucien) quedarme sin trabajo, que me expulsen de mi familia o de mi comunidad, sentirme abandonado, solo. Miedo a mi supervivencia por una enfermedad.
Estos son los miedos básicos, miedos del primer chakra.
Guarda relación con nuestra capacidad para atender y manifestar nuestras necesidades. Es la necesidad corporal de mantenernos vivos y en buen estado de salud, y la necesidad mental de admitir la limitación y la disciplina esenciales para su manifestación.
El chakra Muladhara se ocupa de los asuntos de la supervivencia: los instintos, la lucha y la huida, la necesidad de paz y equilibrio. Cuando este chakra no gira o lo hace lentamente amenaza a la propia supervivencia, a nivel individual o colectivamente.
Cuando la supervivencia se halla amenazada sentimos miedo, que es contrario a las sensaciones de seguridad y tranquilidad, que son las que tendría que aportar dicho chakra. Ante la amenaza de peligro o de una circunstancia urgente, Muladhara se activa y el organismo reacciona al instante.
Si no equilibramos este chakra crecemos sin echar raíces, faltos de fundamento, y nos faltará la estabilidad indispensable al verdadero progreso. A falta de fundamento, somos inestables. Significa que hemos perdido nuestra capacidad de contenernos, de sujetarnos a nosotros mismos. Nuestra atención se distrae del momento presente.
El chakra raíz corresponde a nuestra predisposición genética. Concierne a nuestros vínculos con la tribu, el clan, la familia y la comunidad y su relación con el esfuerzo y la prosperidad. Cuando este chakra es fuerte hay una sensación sólida y decidida de que la vida es positiva. Cuando liberamos la energía del chakra conquistamos una sensación de paz interior y seguridad.
Comprender el chakra raíz a menudo requiere observar a la propia familia y la patología y enfermedades de sus miembros. Esto creará una matriz de comprensión y una visión holística de nuestra historia familiar y nos capacitará para descubrir las buenas cualidades que hemos heredado, así como nuestra tendencia al miedo, a la negación y a la duda, a las cuales volvemos en tiempos de crisis.
Somos el producto de nuestro pasado, así como ellos fueron el producto de su propio pasado.
Analizar la historia familiar es otra oportunidad para liberarnos de actitudes que ya no nos sirven. Al liberarnos de las actitudes familiares dispondremos de una mayor oportunidad para nuestro propio desarrollo. La adaptación es la clave de la supervivencia.
Todos necesitamos saber cómo conservar nuestra vitalidad para dedicarla a aquello que es importante para nosotros. Ofrecer nuestra energía a personas que no nos apoyan vacía nuestro espíritu.
Lo mismo sucede cuando ponemos energía en cosas que no son convenientes para nosotros. La negación del Ser da como resultado que se debilite la reserva de energía.
Siempre existe una historia detrás de una enfermedad, que refleja la merma básica de energía. Esto tiene un origen emocional que se deriva del pensamiento latente de que, lo que somos y lo que hacemos, no es suficiente.
Aceptar la verdad de que el cambio es necesario para nuestro crecimiento nos mantiene flexibles y con capacidad para adaptarnos a las situaciones de la vida.
Aprender a fortalecer el chakra raíz es una consecuencia de la aceptación de que los cambios exteriores pueden ser rápidos y repentinos, mientras que los cambios interiores son lentos y requieren paciencia, fortaleza y coraje.
Los arquetipos asociados con el chakra raíz son: el de la «Madre Tierra» y el de «Víctima». Representan la faz positiva y la faz negativa del chakra.
Convertirse en la Madre Tierra es un arquetipo positivo del chakra raíz y puede sanar sus aspectos más conflictivos. Es esencial recordar que existen soluciones viables para manejar los cambios externos. Solo se requiere abandonarse, no temer y saber que algo bueno surgirá en nuestras vidas.
Este arquetipo está asociado con la nutrición, la asistencia y el amor incondicional. Al reconocer a la Madre Tierra que hay en nuestro interior (con independencia del género) reconocemos que somos capaces de proporcionarnos a nosotros mismos toda la seguridad física y emocional que necesitamos.
Solo reconociendo que tenemos la capacidad de satisfacer todas nuestras necesidades por nosotros mismos, seremos capaces de reestructurar las experiencias en oportunidades de autosuficiencia, fuerza e integridad emocional.
La seguridad emocional procede del sentimiento de pertenecer a un grupo. Este aspecto fundamental del bienestar psicológico se relaciona con el arquetipo de la Madre. Éste exige aceptar la responsabilidad personal de la vida, reconociendo que se toman las decisiones y se merece lo mejor que la vida puede ofrecer.
El conocimiento interior proviene de la aceptación de la propia experiencia y de la confianza en los propios sentimientos. Cada vez que acepto a la persona que soy, se intensifica el arquetipo de la Madre. Cuando afirmamos nuestro derecho a vivir, afirmamos nuestra conexión con la tierra. Potenciar estas actitudes positivas nutre al chakra.
Uno de los aspectos negativos de este chakra es la inclinación a las dudas, el abatimiento y la depresión.
La incertidumbre merma nuestra confianza y agota nuestros recursos. Esta es una receta para convertirse en Víctima, que es el arquetipo negativo del chakra.
El chakra raíz debilitado puede provocar enfermedad, incapacidad para arraigarse, traumas graves o pérdidas, aunque el daño puede haber ocurrido en el pasado.
La vida no puede manifestarse completamente si el chakra raíz está congestionado con actitudes negativas que limitan nuestra conexión con la energía.
Si el chakra está debilitado debido a muchas generaciones de amenazas, dificultades y riesgo de aniquilación, la relación con la vida será débil y resultará difícil y frustrante echar raíces. Comprender este chakra significa aceptar el dolor por la pérdida, la separación, el rechazo y los abusos que tuvieron lugar en nuestro pasado personal y ancestral.
Las Víctimas disfuncionales son cada vez más, un lugar común en nuestra sociedad, pues hay gente que busca a los demás para culparlos de sus propios problemas.
Si te consideras Víctima, tú mismo te estas convirtiendo en un ser vulnerable, lleno de necesidades, y por tanto, desenraizado, porque consideras cada decepción, separación o pérdida como algo que no puedes controlar ni cambiar.
Subconscientemente sigues considerándote como el bebé que no puede levantarse y alimentarse por sí mismo.
La Víctima se vuelve vulnerable, está llena de necesidades y carece de raíces. Cree que no puede ejercer influencia, realizar cambios ni tener el control de las situaciones.
Características del Chakra:
- Demasiado abierto: es cuando el chakra gira a una velocidad excesiva. La persona es desafiante, demasiado materialista, centrado en sí mismo y se compromete con absurdas hazañas físicas.
- Bloqueado: es cuando el chakra no gira o lo hace con demasiada lentitud. La persona siente necesidades emocionales, baja autoestima, conducta autodestructiva y es temerosa.
- Actitudes: seguridad física en la familia o grupo. Capacidad de proveer las necesidades de la vida. Capacidad de hacerse valer y defenderse. Sentirse a gusto en casa. Ley y orden social y familiar.
- Miedos: no sobrevivir físicamente. Ser abandonado por el grupo y perdida del orden físico. Es la base de todos los miedos. Cuando este no está equilibrado, los miedos se instalan en todos los demás Chakras.
- Fuerza: la identidad tribal, el vínculo que nos une a la tribu y su código de honor, el apoyo y la lealtad que dan la sensación de seguridad y conexión con el mundo físico.
- Equilibrado: es cuando el chakra mantiene el equilibrio y gira a la velocidad correcta. La persona demuestra dominio de uno mismo, gran energía física, bien enraizado y es saludable.