Ángel es como un abrazo sincero que te reconforta el alma. Fui por una contractura que intuía tensional y porque me sentía un poco descolocada. Me encontré con su escucha activa, su calidez y esa sensibilidad que tiene tan perceptiva.
La sensación fue tan agradable que me he lanzado a hacer el primer grado de Reiki. Y aquí estoy avanzando con él poco a poco y agradecida de haberle puesto en mi camino.
Gracias Ángel.
Laura